El Lago
Albufera significa, según su origen árabe al-buhayra, el marecito o el pequeño mar. En algunos poemas árabes se le denomina Espejo del Sol y los romanos incluso lo conocían como Nacarum Stagnum, que quiere decir “lago de nácar”. Estos términos ya dan una idea de la belleza y el romanticismo que caracteriza a este paraje, el cual el escritor valenciano Vicente Blasco Ibáñez situó en ese escenario su famosa novela Cañas y barro.
La Albufera de Valencia constituye uno de los humedales costeros más representativos y valiosos de la Comunidad Valenciana, hasta el punto que en 1986 fue declarada Parque Natural. Es el lago de agua dulce más grande de España, son 3000 hectáreas de extensión con tan solo 1’20 de profundidad media. Las aportaciones de agua al lago provienen del rio Júcar y en menor medida del Turia. La Albufera está conectada con el mar Mediterráneo a través de tres canales de evacuación de agua llamados “Golas” donde se ubican las compuertas que permiten gestionar el agua del lago dependiendo de la demanda que tengan los arrozales.
Su valor para el medio ambiente es sumamente importante, pues en ella habitan especies en peligro de extinción, como el fartet y el samaruc, especie endémica del lago de La Albufera.
Destacan de la fauna de la Albufera especies de peces como el fartet, la colmilleja, el samaruc, la anguila, el mújol o la lubina, así como una diversa avifauna en la cual por población predominan el anade azulón, garzas, gaviotas, charranes, el Iris Europeo y cada vez más los flamencos.
Entre la flora sobresale el Carrizo, la Enea y la Masiega mayormente concentradas en las llamadas “matas”, seis islotes distribuidos por el lago que albergan densa vegetación y sirven como refugio para las aves y lugar donde anidar. Estos islotes se denominan Mateta de Baix, Mata de la Barra, Mata de l’Antina, Mata de San Roc, Mata del Rey y la más importante “La Mata del Fang” que hoy en día es la reserva natural de aves del lago de La Albufera, alojando así una gran biodiversidad del ecosistema.


Bosque de La Devesa
La Devesa tiene una extensión de 10 kilómetros (de los 30 km. que tiene la restinga o cordón litoral) y una anchura aproximada de 1 kilómetro.
Entre la flora de la Devesa destacan el pino carrasco y el enebro marino, y un sotobosque en el que crecen el lentisco, el aladierno, la coscoja, el labiérnago, la zarzaparrilla, el rusco, el palmito o la esparraguera.
La fauna de la Devesa es también muy variada, se pueden encontrar desde conejos, perdices rojas y hasta jabalíes y ginetas. Existe también un grupo diverso de aves que residen durante todo el año y otras muchas que utilizan el parque natural de la Dehesa como lugar de descanso en sus migraciones. Al ser un paraje muy rico en flora y vegetación da paso a que los insectos que habitan ahí sean también numerosos.
Conocerla resulta tan indispensable como la propia laguna y para ello hacemos excursiones guiadas a través de itinerarios y rutas acondicionadas: la ruta histórica de la Gola del Pujol, la senda botánica o el sugerente itinerario de los sentidos, entre otras.
La Marjal
Los arrozales del Parque Natural de La Albufera son un sistema agrícola tradicional que consiste en el cultivo de arroz en una zona pantanosa que envuelve el lago de La Albufera.
Los arrozales son una parte esencial del paisaje de La Albufera y juegan un papel importante en la conservación de este ecosistema. El cultivo de arroz en esta zona se remonta a siglos atrás y se ha convertido en una actividad tradicional que forma parte de la cultura y la historia de la región.
El paisaje de los arrozales es característico por la presencia de extensas parcelas inundadas de agua, donde se cultiva el arroz. Estas parcelas se dividen en cuadros o bancales, llamados “tancats”, separados por caminos de tierra, que permiten el acceso a los agricultores. El agua utilizada para el riego de los arrozales proviene mayormente del rio Júcar, en menor medida del rio Turia, pero también del propio lago de La Albufera, que tiene una función parecida a la
de un embalse para el riego del arroz. El ciclo de cultivo del arroz en La Albufera comienza en la primavera, cuando se prepara la tierra para la siembra y se reparte el agua en los arrozales. En verano, las plantas de arroz crecen rápidamente y el campo adquiere un color verde intenso. En otoño, se realiza la cosecha, para después inundar los arrozales de agua en la llamada “Perelloná” y servir de hábitat para aves migratorias que visitan el Parque Natural durante el invierno.
Además de su importancia cultural y paisajística, los arrozales de La Albufera también desempeñan un papel ecológico fundamental. Actúan como una zona de filtración natural, ayudando a depurar el agua que llega a la Albufera y sirviendo como hábitat para numerosas especies de aves acuáticas, peces y otros animales.
En resumen, los arrozales del Parque Natural de La Albufera son un elemento indispensable de este ecosistema único. Su paisaje pintoresco, su importancia cultural y su papel ecológico los convierten en una de las atracciones más destacadas de la zona.


+350 Aves
La Albufera de Valencia es un lugar de gran belleza natural que alberga una diversa y rica avifauna. Han sido registradas más de 350 especies de aves entre residentes y migratorias.
El principal valor de este espacio radica en las poblaciones de aves acuáticas presentes a lo largo del año, con cifras especialmente destacadas durante el periodo reproductor y en invernada. Durante los pasos migratorios, La Albufera ofrece igualmente un hábitat adecuado para muchas aves.
Entre las aves que se pueden observar en la zona de la laguna se encuentran diversas especies acuáticas, como garzas, flamencos, ánades, fochas y somormujos.
Además, es un refugio importante para aves rapaces como el águila calzada, el aguilucho lagunero y el cernícalo vulgar.
En la Albufera también se pueden encontrar especies de aves forestales y de campo, como el ruiseñor común, jilgueros, el abejaruco europeo y la cogujada común. Estas aves se reproducen en los bosques y áreas de vegetación cercanas a la laguna.
Otras especies de aves interesantes que se pueden observar incluyen el charrán común, la avoceta, el chorlitejo patinegro o la cigüeñuela.
En resumen, la Albufera de Valencia es un paraíso para los amantes de las aves, con una gran variedad de especies que habitan en sus aguas y en los alrededores. Es un lugar que ofrece la oportunidad de observar y disfrutar de la belleza de la avifauna en un entorno natural excepcional.